Un Ionizador de agua es un pequeño aparato que separa el agua del grifo en dos corrientes: alcalina y ácida, a través de un proceso llamado electrólisis. Es muy fácil instalar el ionizador (te llevará 10 minutos) ya que este simplemente se conecta al grifo del agua de tu lavabo y a una corriente eléctrica.
El agua de la llave pasa por 2 procesos: primero la FILTRACIÓN y en seguida la ELECTROLISIS.
El proceso de ionización:
-Sustituye ácidos solubles en el agua con calcio, magnesio, sodio, potasio y minerales para crear agua alcalina con un sabor excelente.
-Reduce la carga de mili voltaje (mV) de los electrones en el agua y crea un potencial de oxidación/reducción (ORP) que resulta en un agua realmente “anti-oxidante” hasta 6 veces más que el Té Verde.
-Los electrones de hidrogeno obtienen una carga negativa y así gracias a las acuaporinas (premio nobel, Peter Agre, 2003) el cuerpo la absorbe más fácil a nivel celular.
-Ayuda a la movilización de ácidos y agiliza su eliminación a través de varios canales de desecho del cuerpo, como los riñones, los intestinos, los ganglios linfáticos y la piel.
PASO 1: FILTRACION
El agua entra al equipo directamente del grifo a través de una manguera por la parte de atrás del ionizador y primero se filtra para eliminar los contaminantes comunes, las partículas, cloro, olor y materia orgánica presente en el agua del grifo.
PASO 2: ELECTROLISIS
El agua pasa a través de una cámara de electrólisis que contiene electrodos o placas de titanio y platino.
Estos electrodos ionizan los minerales solubles en el agua: los electrolitos se reúnen en el electrodo negativo para crear el agua alcalina, también conocida como “agua hidrogenada” mientras que los minerales ácidos se reúnen en el electrodo positivo para hacer el agua de ácida, también conocido como “agua oxidada”.